28.4.10

Teatro o Jugar a vivir

Cuando se cierra el círculo es cuando llegas a comprender lo que antes parecía inexplicable. Cuando las cosas dan drásticamente la vuelta y cambias de posición en un segundo. Es cuando te ves en la tesitura en la que antes no comprendías cómo se podía actuar así...

Pero nada más lejos de la realidad: un instante basta para entender las motivaciones de quien te ha hecho daño, de quien te ha mentido y ha jugado contigo. La vida es una obra de teatro, y mi disfraz favorito es el mal humor. Me sienta bien.

25.4.10

Casualidad o El destino: mentira universal.

Todo es movimiento. Dicen que todo se mueve porque tiene un motivo por el que moverse, un final al que llegar. Un destino.

Las casualidades, resulta que no lo son en realidad, dicen. Resulta que esos caminos se cruzan porque estaban destinados a hacerlo. Caminos fijados previamente, por supuesto. Dicen, que vamos de un lado a otro de forma preestablecida, que cualquier suceso que presenciemos, persona que conozcamos, lugar en el que acabemos, no lo elegimos en realidad.

Nadie que crea así goza de mi palabra. Somos espíritus libres, tan sólo leyes escritas y otras mentales nos reprimen en ocasiones. La elección existe en realidad.

El destino, menudo invento para tristes amargados. Mi destino tiene y tendrá siempre nombre de aeropuerto, ciudad o persona.

La casualidad existe. Todo es causa de algo. Y algo siempre es causado por efecto de todo. Todo y algo.

21.4.10

El camino nunca es circular. Recuérdalo, Guillermo Díaz.

Hoy quisiera contaros una historia. La historia de un hombre que, en su inefable camino hacia la sabiduría, va aprendiendo de las cosas más inusitadas. En lo que nadie se fija, él clava su atención hasta añadir algo a su biblioteca mental. El hombre que defiende el detalle por encima de todo. El hombre que descubrió que el amor no es como la humanidad lo concibe, sino que está presente en todo lo que tenemos delante. Sólo hay que saber ver y tener noción exacta del tiempo.

Un buen día, cayó bajo el hechizo de una dama del Este, de finas formas y asombrosa belleza, pero que, por encima de eso, consiguió inspirar en el hombre del que os hablo un conocimiento que bien podría ser válido para todos aquellos que habitan el planeta y hacen uso de la razón.

Dijo que si algún día vas a quedarte prendado de una mujer, primero has de encapricharte, y enamorarte después, puesto que si lo haces al revés... estás perdido.

Y a esta conclusión llegó simplemente pensando en Ella, en la mujer que le tiene cautivo.

Guillermo Díaz tiene por nombre.

[Historia basada en hechos reales, y cualquier parecido con la realidad es totalmente intencionado]

16.4.10

El arte o Helarte

El arte o helarte.

Sorpresa o indiferencia. Eso es lo que puedes sentir cuando estás ante algo que alguien ha creado, que merece la pena, que es bello.

Si se trata de una sorpresa, puede ser que el creador se haya superado, o que el que presencia la creación subestime al mismo. La indiferencia viene cuando las expectativas se cumplen, cuando lo que presencias, es lo que esperabas.

Eso es arte. Cuando se cumplen o se superan las expectativas. Nadie habla nunca de las decepciones. Una decepción no es arte.

Cuando te quedas helado, sin reacción, aunque sea durante un breve espacio de tiempo, es cuando se alcanza el extremo. Decepción o sorpresa.

En la vida prima el término medio como virtud, dijo un hombre hace años. En el arte se busca el extremo, se busca sorprender, y al mismo tiempo se decepciona.

10.4.10

La gente da asco o Cómo nadie se procupa por el bienestar global

El niño caminaba, una noche más de tantas, solo. Veía cambiar el ángulo de su sombra, producida por las cíclicas farolas.

Aun recapacitando sobre lo que acababa de ver poco antes de despedirse hasta otro día de una de las pocas mentes lúcidas que siguen abogando por la razón y la inteligencia como clave del progeso, del bienestar.

Subía calle arriba, volviendo otra vez al corazón del peligro, pero sin miedo en el cuerpo, porque sabía que nada podía pasarle, porque ya era suficiente con la sangre que se había vertido hasta entonces... o, al menos, suficiente para aquella noche.

De repente, optó por levantar la vista, y se encontró con otra de esas mentes privilegiadas, y le advirtió de lo que había pasado. La violencia había vuelto a hacer acto de presencia entre la masa de la ciudad nocturna. "La gente da asco" era el mensaje. Él lo sabía, lo había visto, y prefirió no decir nada, como siempre.

Porque mientras las palabras sigan siendo tan poco valoradas en general, es mejor guardarlas para los que sí las aprecian, y para uno mismo.

Tan sólo un día más del chico mudo.

5.4.10

Pensar solo o Las opiniones inválidas.

Una vez, en el pasado, alguien cambió de opinión dos veces en medio segundo. Desde ese momento, las opiniones no me importan. Es entonces cuando se aprende que las opiniones nunca deberían haber importado.

Lo mejor es pensar solo,
destrozando los problemas.
Estar atento si te quemas,
porque pensar solo, quema:
y no buscar problemas,
porque ya vienen solos.

Exponer una duda o problema a alguien que tiene menos idea que uno mismo es muy esclarecedor para quien duda, e inútil globalmente.

3.4.10

Conócete a tí mismo o El egoísmo.

Conocer. Conocerse. Capacidad, límites, habilidades, opinión y sistema.

Siempre es uno mismo el que es capaz de conocerse a sí mismo. Sólo uno mismo puede llegar a conocerse mejor de lo que nadie puede llegar a conocer a cualquier otra persona. Saber hasta dónde podemos llegar, en qué momento nuestra barrera racional entra en juego, cuándo podemos vernos capaces de algo, o saber lo que realmente pensamos a algún respecto, ya sea trascendental o no. Todo esto conforma nuestro sistema racional, algo que sólo uno mismo puede llegar a conocer; una característica que sólo la propia persona puede llegar a desentrañar, siendo imposible hacerlo para nadie ajeno.

Nadie externo a nosotros puede tener verdadero conocimiento de nuestra situación real. Nadie es capaz de ver al completo el inevitable egoísmo que todos llevamos dentro tan sólo por ser humanos. Nadie sabrá nunca si una opinión es sincera, aunque ésta vaya acompañada de un "es broma" o un "sinceramente". Nadie puede saber la realidad acerca de otra persona. Sólo uno mismo puede conocerse.

Sí, los demás pueden tener una ligera idea, o nociones básicas respecto a alguien, ya sea por su grado de afinidad con ese alguien, o por su "habilidad" para conocer a las personas. Pero nada más lejos de la realidad.

Sólo tú puedes saberlo todo sobre tí. Sólo yo puedo saberlo todo sobre mí. Y así siempre. Siempre será así.

Cónocete a tí mismo, cree en tí, porque a la hora de la verdad, eres el único que puede ayudarte.

Además, ¿si no crees en tí, quién más va a hacerlo?