29.12.12

Acertadas o No

Tenía un puñado de ideas en la cabeza y he desechado otras tantas. Ahora que el ruido vuelve a molestarme me doy cuenta de la base de todo:

No puedo pasar ni un día sin estar solo un rato.

Había perdido la presión, esas ganas que he tenido siempre de escapar. Lo había sustituido por un placebo, por, precisamente, lo opuesto, el querer quedarme, establecerme. Que le jodan a eso. He tenido demasiadas ideas erróneas en la cabeza, he viajado demasiado en el tiempo, y lo único que necesito lo tengo a mi alrededor y dentro de mí.

Voy a olvidarme de ti, de ella y de vosotros. Seré de nuevo ese frío metal que solo se funde al calor de las palabras acertadas. Pero esas palabras, antes de ser pronunciadas, no son más que indecisión.

Indecisiones acertadas.