30.10.11

Exceso de equipaje o Llegar

"No me gusta vivir al cinco", me han dicho hoy.

Ha tenido que ser un puñetero número el que me hiciera comprender lo que me llevan tratando de explicar un tiempo.

No me gusta el cambio, no me gusta arriesgar, no me gusta jugármela. A base de masterizar eso de "vivir al cinco", he conseguido llegar a vivir más arriba, y resulta que se está cómodo, se respira tranquilidad, orden y calma. Si quiero algo, sé donde encontrarlo, porque yo lo he colocado ahí previamente. Nunca podré, en cambio, llegar al máximo. Eso incluiría perder toda ese conocimiento de mi entorno, el saber dónde está cada cosa en cada momento.

No me gustaría vagar por ahí sin saber dónde voy a dormir esta noche. No me gustaría caer, no ser regular. Pero tampoco me gusta no poder alcanzar la excelencia.

- Creo, caballeros, que es hora de empezar a tirar equipaje por la borda. Así llegaremos antes.

- ¿A dónde, capitán?

- No lo sé, pero no ha de importar, porque llegaremos.

18.10.11

Lo mejor es lo que queda por venir o Lo mejor es saber lo que tiene valor

Miro el calendario un día más. Apunto la fecha. Hoy me he sentido débil. Decenas de meses atrás, sucedió por última vez. Entonces, frené. Decidí descansar. Hoy no. Llevo todo el día preguntándome si, de haber sido como soy hoy por aquel entonces, me habría rendido tan fácil. Ahora lo veo claro: ni por asomo.

Es por esto que he pensado en que, de seguir esta evolución que ya se cuenta por años, podría vencer aun más cosas de las que actualmente consiguen frenarme. Falacia. No es fácil seguir evolucionando. Ni siquiera bajando el ritmo. Faltan cosas, huecos que rellenar, novedades que descubrir, hábitos que adaptar.

La enseñanza de hoy, directamente, es que si no sabes cómo completar algo, recurras a los sabios. Doy gracias a una de esas personas, y celebro un párrafo que otro diferente escribió.

Quizá tengan razón ambos al decir que lo peor es ser pobre de amor. Yo, aun reniego creermelo. No del todo. Todavía.