26.5.13

Que deje de llover o Que siga lloviendo

Cómo me molesta ese sonido. Ese ruido. ¿A quién se le ocurre recubrir el alféizar de una ventana con chapa metálica, siendo más grave aún cuando dicho alféizar sale en la vertical mucho más hacia el centro de la calle que el propio tejado del edificio?

En días lluviosos, como el de hoy, es una auténtica tortura. Muchas noches me ha quitado el sueño. Aunque quizás haya servido simplemente como excusa para engañarme e idultar de toda culpa a un colchón triste y viejo, o a la mala vida que llevo. O quizá a todo lo que hay en mi cabeza y me conduce a diario a esa mala vida y a esa cama con demasiadas horas extra en su registro.

Por más que me guíe, que intente ser, en algún modo, virtuoso, no hago más que fracasar. Sigo mirando a donde no debo, sigo hablando solo. Sigo sin concentrarme y sin encontrar el modo de darme rienda suelta.

Queriéndome domar y educar para ser bueno, decente y digno de mi tiempo, estoy llevándome al extremo opuesto.

Quizá lo mejor sea cambiar de aires. Que deje de llover.

No hay comentarios:

Publicar un comentario