25.10.13

Futuro o No

¿Qué es el futuro? ¿Qué valor tiene si no existe?

Fuera de teorías sobre dimensiones temporales, el futuro, simplemente, no es.

Imaginemos que, al viajar, nos fuese apareciendo cada centímetro de asfalto por delante, justo un segundo antes de que la rueda de nuestro coche pise ahí. Eso es tanto como podemos predecir. Uno, o quizá dos segundos. Nada más.

Entonces... ¿Por qué todo lo que hacemos está condicionado por el futuro? Queramos hacerlo o no, nos guste admitirlo o no, cada decisión que tomamos, cada elección que hacemos y cada acción que emprendemos, absolutamente todo, lo llevamos a cabo con algo que no existe en nuestra mente.

Todos somos creyentes. Creemos en el futuro.

Estudiamos por culpa del futuro. Leemos y trabajamos por culpa del futuro. Aprendemos idiomas para el futuro. Incluso comemos para tener energía en el futuro. Nos relacionamos por culpa del maldito futuro.

Solamente hacemos una cosa por el presente, y por ese futuro predictible de uno, o quizá dos segundos. Y lo hacemos sin querer. Sin que la voluntad juegue.

Respiramos.

Y a mí me encanta respirar, por muy sucio que esté el aire, y por mucho que el futuro quiera ahogarme. No sé lo que va a pasar mañana, pero, cuando mañana sea ayer, espero poder decir que mereció la pena. Y no despreciar esos centímetros de asfalto que todavía no veo pensando en lo que me espera dentro de una década de kilómetros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario