18.9.11

Artificios o Mejorar de verdad

Leí hace un tiempo una frase -algo neofilosófica- que me hizo pensar, y cuyo discurrir se asemeja mucho al mío. Decía algo así como: "no prestes atención ni confíes en alguien con lentillas de color, pues, sin abrir la boca, ya te ha mentido".

Pues bien, me gustaría extender esto y aplicárselo a la que considero una de las mayores mentiras de la sociedad actual: el maquillaje.

¿Qué clase de mente débil e insegura es aquella que se escuda en diferentes tipos de pintura y engaños decorativos para mejorar su actitud y opinión respecto a sí misma?

Cambias tu percepción sobre ti a mejor cuando modificas tu cara, tu seña de identidad. Otra cosa es la ropa, ahí no tengo nada que decir. Pero pintarte la cara...

Yo cambio mi percepción sobre mí mismo cuando estudio y apruebo un examen, después de hacer una buena sesión de entrenamiento, o cuando acabo un libro. Y es una mejora permanente. Porque mejoro de verdad. No es efímero, no es un artificio, un engaño.

¿Qué más me da si soy feo, o si podría hacer parecer un engendro al más guapo? La cara no se cambia de modo efímero por motivos de autosatisfacción. Es tu jodida seña de identidad. Expresas tus emociones, mientes y hablas con ella. No te pongas máscaras venecianas.

Quiero mostrar mis más absoluto respeto a todas aquellas mujeres que no se maquillan por norma, que no necesitan mejorar su confianza para salir de fiesta, que no tratan de engañar sin palabras. Sean listas o tontas, guapas o feas.

Y es que ya lo dijo un sabio: la verdadera belleza de una mujer se hace patente cuando amanece y se lava la cara.

2 comentarios: