7.6.11

Evolución o Nostalgia

Echo de menos el ayer. Y no es que fuera mejor que hoy, es que me transmitía sensaciones que jamás he vuelto a experimentar. Esas mañanas caminando al instituto, escuchando esos asuntos míos que a tan pocos gustan. Y qué hay de esas tardes vagando por el centro de la ciudad buscando algo, sin saber el qué, cruzando miradas con máscaras desconocidas aun hoy. Más música, caminar marcando el ritmo, y al final lo que buscaba era un puñado de regalices que me alegraba el día. Y luego al volver a casa en el bus, todavía con los cascos puestos, la libreta en la mano, y dejándome llevar, soñando despierto con las palabras y sus juegos.

Ahora todas las mañanas cojo el coche, y aunque los graves suenan más potentes en su equipo, no me llena igual que antes, con mi viejo reproductor y sus cascos cutres. Ya no "pierdo" el tiempo caminando, sin ir a hacer algo concreto que tenga que hacer, pues el tiempo ya no sobra. Ya no vuelvo en bus a casa. Ahora, en cambio, hay que soportar atascos y a gente con mucha, aparente siempre, prisa. Y por último, las únicas notas que tomo ahora son en un teléfono móvil, y lo que escribo no son más que recordatorios con fechas de entrega o de acto de presencia.

Los días ya no son ni parecidos a lo que eran. Esas sensaciones que sigo teniendo vivas en la cabeza, ya no las puedo experimentar. Y aunque lo pueda parecer -y quizá hasta lo sea- esto no es una pataleta de un nostálgico, sino la prueba de que todo los que somos, es por cómo hemos vivido hasta hoy.

Y me encanta mi vida.

1 comentario: