23.5.10

Amaneceres limitados o Cada segundo es un mundo

Cuando llega ese momento de tranquilidad; cuando te conformas con el día a día, con ver las rendijas de la persiana iluminadas cada mañana. Cuando comprendes que lo mejor que puedes hacer es aprovechar al máximo cada puñado sucesivo de veintipico horas, esos que se nos brindan sólo por haber nacido.

Cuando sabes que algún día todo se acabará, que todo esto es limitado, es cuando empiezas a vivir. Hasta que te mueras.

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